A nadie dejas de importarle de la noche a la mañana y, si eso sucede, es porque nunca le importaste de verdad.
En el mismo instante en el que te das cuenta de que llevas tiempo sin importarle a esa persona,
te percatas de que a quien te debes dedicar es a ti mismo. Entonces...resurges.
En el mismo instante en el que te das cuenta de que llevas tiempo sin importarle a esa persona,
te percatas de que a quien te debes dedicar es a ti mismo. Entonces...resurges.