Una vez escuché a mi abuelo decir: "En una relación siempre hay alguien que va a dar más. Siempre hay un sumiso y uno que domina, y generalmente el sumiso es el que termina queriendo más". En ese juego de palabras no entendí nada y le pedí que me explicara.
A lo que me cogió de la mano y me dijo: "Mirá hijo, en una relación siempre hay alguien que va a perdonar lo imperdonable, aguantar lo inaguantable, a aceptar lo inaceptable y lo peor de todo, a justificar lo que nunca tendría explicación.
A esa gente le toca amar el doble, y aunque muchos juzgan esa manera de amar que podría carecer de amor propio, es el amor que está más lleno de esperanza. Porque entre cada perdón, cada "yo voy a aguantar un poco más"
Hay una gota de esperanza que dice: "intenta otra vez más que en esta puede que la persona que tanto quieres cambie". De esto se habla mucho y quizá esto es lo que vayas a ver en la vida. Alguien queriendo por dos.
Y nunca te atrevas a juzgar a esa persona porque ella misma libra una batalla entre amarse así misma ó amar al otro. Porque algo que es muy difícil de encontrar es alguien que te permita amarlo sin dejar de amarte ".
A lo que yo respondí: " Ah, entiendo, pero ¿esa persona nunca se cansa de amar de esa manera tan cruel?, Recuerdo que él me sonrió y me dijo: "esa es la mejor parte, porque esa persona deja de amar y la otra persona se da cuenta que perdió la demostración de amor más grande que haya podido encontrar. Y creeme que eso es lo peor que le puede pasar a alguien, tener el amor más fiel en frente y distraerse mirando corazones pasajeros.
Me abrazó y me dijo: "le pido a Dios que nunca encuentres a alguien así, pero le imploró que nunca seas la que somete a la otra".