Cuando la piel
ya no se necesite para el amor,
cuando pasen los años
y las vivencias se acumulen,
yo aún te amaré.
Cuando el galope de nuestros pechos
ya no sea tan agitado,
cuando entre sabanas nuestros cuerpos
ya no sean tan perfectos,
yo aún te amaré.
Cuando la nieve
sea corona de flores
en nuestros cabellos,
y haya olvidado tal vez
cuando nacieron nuestros nietos,
a ti no te olvidaré.
Y si vivimos más de sesenta años,
nuestras manos aún encajaran a la perfección,
tu hombro siempre será mi mejor refugio
y caminaré orgullosa de tu brazo
y me sentiré la mujer más afortunada,
como me siento hoy.
Y cambiarán las modas,
y tal vez ya nadie escuche
la música que nos unió,
pero nosotros aún,
bailaremos aquella que fue
nuestra canción.
Cuando hayan pasado
todos nuestros inviernos,
la primavera aun
vivirá en mi corazón
con la fuerza que me brinda tu amor,
mi amor, nuestro amor.
By Ivet Mata.
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